El tratamiento de ortodoncia no es costoso si se tiene en cuenta la gravedad del problema a resolver, la atención profesional constante y continuada, la cantidad y calidad de los aparatos y su prolongada duración.

El presupuesto está ajustado a cada caso, es personalizado. Se confecciona para cada paciente una forma de pago fraccionada sin intereses a lo largo del tratamiento y sin entradas para hacerlo más asequible.