La mayoría de los problemas ortodóncicos aparecen en la dentición permanente, así que recomendamos que los niños a partir de los 6 años, cuando suelen erupcionar los primeros dientes definitivos, acudan a la consulta para revisar la oclusión y el entorno esquelético, por si hay problemas de estrechez del maxilar, desproporción de tamaño de la mandíbula o del maxilar con el resto de huesos del cráneo, hábitos, etc.
Lo normal es ponerla a partir de los 12 años hasta los 15. Cuando han cambiado la dentición de leche ya se puede ver si hace falta aparato. Los tratamientos son más rápidos y más cortos cuanto más joven sea el paciente porque el hueso responde mejor.